Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana... vivía una raza superior que creaba edificios magníficos utilizando su inventiva y sus propias manos.
Solo que esa raza existe ahora mismo y aquí mismo. Aunque a veces construyan maquetas a mano, lo habitual es que diseñen los edificios con un programa de ordenador llamado AutoCAD… (al que odian con todas sus fuerzas porque siempre se cuelga en el peor momento, como cuando tú te olvidas de guardar el trabajo en Word y se te va a la porra).
Se llaman arquitectos. Y viven entre nosotros.
Cómo identificar a un arquitecto entre el resto de los mortales:
- Distingue todas las marcas de pegamento. Según la leyenda, algunos diferencian hasta el sabor.
- Estudia el material del que están hechas las cosas. Conoce cientos de tipos de plástico, madera y metal.
- No comprende la función de una cama. Los expertos han observado que estas criaturas pasan noches enteras trabajando en un proyecto.
Los arquitectos muestran una curiosa tendencia a dormir apoyando la cabeza en la mesa de trabajo.
- Habla lenguas extrañas. Lingüistas de todo el mundo tratan de descifrar palabras como «Policloruro» o «poliepóxido». Es posible que sean restos de una lengua alienígena.
- Ve el mundo en formas geométricas. Aunque lo disimule, puedes estar segura de que piensa que tienes cara de cuadrado, o de triángulo o de círculo.
- Se empeña en recordarte que un círculo no es lo mismo que una circunferencia. No sabes cómo decirle que no te importa, que te ha entendido perfectamente.
- Cuenta con un pequeño ejército de minions que le ayudan a terminar las maquetas. Pueden ser su familia, su novio/a, sus amigos o sus empleados.
Las pruebas de iniciación de la raza de los arquitectos están entre las más duras del universo.
Se llaman «Grado en Arquitectura» y podrían resumirse en una imagen como esta.
Pero merecen la pena si tenemos en cuenta los superpoderes que consiguen los estudiantes de arquitectura: construir cualquier cosa que tenga paredes y techo.
Como todo superhéroe, los arquitectos y arquitectas tienen una misión. ¿Cuál sería la tuya?
- Diseñar casas ecológicas.
- Construir edificios inteligentes en los que los muebles y la seguridad estén controlados informáticamente.
- Crear jardines, patios y paisajes.
- Rehabilitar edificios históricos.
- Planificar la construcción o modernización de barrios enteros (todas hemos jugado a eso).
Descubrimiento científico de última hora: los arquitectos no son seres sobrehumanos. En realidad, lo que necesitas para ser arquitecta (aparte de un poquito de arte y un poquito de mates) es AGALLAS. Si eres terca como una mula y te empeñas en terminar lo que has empezado, aunque te desmayes en el intento, eres una candidata perfecta para dedicarte a la arquitectura.
¿Quieres ir practicando tus cualidades de arquitecta?
- Haz fiestas del pijama con tus amigas. Asegúrate de ser la última en quedarse dormida.
- Dibuja todo lo que puedas. Pintarrajea los libros, los cuadernos, o la cara de tus amigas cuando se queden dormidas en la fiesta del pijama.
- Quítate el miedo a las mates. Si puedes aguantar despierta toda la noche, puedes hacer los problemas de matemáticas. Ya tienes algo que hacer mientras todas tus amigas roncan.
- Colecciona palabras grandiosas. Aprende a darte aires artísticos llamando a los lugares “espacios”; a las cosas que pegan, “armonía”; a las cosas vacías, “silencios” y a las cosas que te han quedado feas, “funcionales”.
Si quieres ser arquitecta... hazlo, o no lo hagas. Pero no lo intentes.
por Lilou, Lea y Lee