Resulta que el rímel puede llevar cera y óxido de hierro. ¿Cómo te quedas?
El maquillaje y los productos de aseo se basan en fórmulas químicas que a los mortales nos suenan a chino. A lo mejor no te has parado a pensarlo, pero te lo vamos a contar igual, porque nos parece flipante.
1. Mezclar cosas para ver si explotan
Abracadabra, pata de cabra... Algo así son los experimentos. Sí, has leído bien: te pagan por mezclar cosas a ver qué pasa.
2. Crear la pócima mágica
Una pizca de vainilla, aceite de rosa… Y para domar esos pelos de loca que tienes cuando te levantas, unas gotas de nosecuantoso de nosecuantito.
3. Asegurarse de que no se te ponga la piel verde
Hacen tropemil estudios para descartar posibles efectos secundarios, como que te salga un brazo en la cara o se te caiga el pelo.
4. ¡Crear tendencia!
En algún momento, alguien fue la primera persona en decidir que el mundo necesitaba un tratamiento contra el acné (¡qué sería de mi cutis si no?), y alguna mente brillante inventó un desodorante para la gente a la que le cantan los pinreles (osea, le huelan los pies).
Aunque siempre hay alguien que parece que aún no ha descubierto el desodorante...
Caballero, puesto que piensa situar su axila sudorosa en mi cara, le rogaría que mejorara sus estándares de higiene corporal.
No te estamos animando a que seas sucia y aburrida, ¡es la fórmula para crear jabón! La reacción por la que se forma se llama… Saponificación.
Si lo piensas, nadie tiene tanta intimidad contigo como los químicos cosméticos. ¿Cuántos de sus inventos te pones todos los días?
Lo dicho, ni la peluquera es tan importante para tu aspecto (y tu higiene) como las invenciones de los químicos cosméticos. Si quieres asegurarte de que no te estás untando babas de caracol o sudor de gato*, plantéate especializarte en química cosmética.
*Supuestamente, la baba de caracol y las feromonas de algunos gatos se han utilizado en cremas y colonias, respectivamente.
Lo obvio es que necesitas curiosidad, ser creativa, haber hecho las paces con la tabla periódica, bla bla bla… pero también:
Un buen par de narices
Si tienes un olfato envidiable y adivinas la colonia de tus amigas antes de daros dos besos, ¡alerta! Podrías ser un genio de la química cosmética. Te recomendamos que empieces a saponificar lo antes posible para ver si es tu pasión en la vida.
Ah, y si de mayor te haces química especialista en cosmética… ¿podrías inventar un maquillaje que me haga invisible cuando al profe le da por tomar la lección? Gracias